Cuando llegas a una entrevista de trabajo 28 segundos es lo que le toma a un entrevistador formarse una buena o una mala impresión de nosotros. Ya lo dice el dicho: la primera impresión es lo que cuenta. Y no tenemos idea de cuánto.
Lo problemático con las primeras impresiones es que se vuelve universal, sin importar el contexto en el que se generaron. En el caso que tengas una mala entrevista o un mal primer encuentro con tu jefe, para él siempre serás un cero a la izquierda. Ya sea que le presentes un informe, te vea trabajar esforzadamente o te encuentre trabajando para algún evento de la empresa. La primera impresión sí que es importante. Y a veces por toda la vida en una empresa. Queda grabada.
La importancia de la primera imagen, la seguridad al conducirse, la fluidez y afectividad de lo que se dice, y el cuidado en el lenguaje corporal, son los aspectos a cuidar en una entrevista laboral. En lo general las personas les bastan unos instantes para formarse una imagen de nosotros. El mismo tiempo que le lleva a un entrevistador descartarnos para un puesto de trabajo que podría ser nuestra catapulta profesional.
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